Crear un negocio con el mínimo esfuerzo

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Las generaciones de la posguerra heredaron de sus abuelos la cultura del sacrificio. Para poder sobrevivir durante esas épocas tan difíciles muchas familias tuvieron que pasar una buena parte de sus vidas en trabajos duros y sacrificados para procurarse el pan. El que no pudiera soportar la dura carga, no podría garantizar la satisfacción de las necesidades de su familia. Y el sacrificio quedó grabado con fuego como un valor en sí mismo y como una virtud de los hombres de bien.

Las generaciones de la posguerra heredaron de sus abuelos la cultura del sacrificio. Para poder sobrevivir durante esas épocas tan difíciles muchas familias tuvieron que pasar una buena parte de sus vidas en trabajos duros y sacrificados para procurarse el pan. El que no pudiera soportar la dura carga, no podría garantizar la satisfacción de las necesidades de su familia. Y el sacrificio quedó grabado con fuego como un valor en sí mismo y como una virtud de los hombres de bien.

Pero quizás ya no haga falta sacrificarse para ganarse la vida. Libros como La semana Laboral de 4 horasEl éxito de los perezosos o El millonario perezoso cuestionan la cultura del sacrificio y proponen nuevas reflexiones. La pregunta es si nos permitiríamos a nosotros mismos superar la creencia de que aquello que no se consiguió con sacrificio tiene valor. Varios estudios demostraron que quienes se dedican a lo que les gusta o les divierte (y que por lo tanto no les demanda ningún sacrificio) tienen muchas veces más probabilidades de convertirse en millonarios que quienes se focalizan solo en el dinero como objetivo.

¿Cuáles son entonces las claves para encontrar una idea de negocio que pueda montarse con el mínimo esfuerzo (aunque los que somos emprendedores sabemos que mínimo esfuerzo no quiere decir ningún esfuerzo!)? Aquí van las más importantes de ellas:

  • Definir nuestros 3 valores fundamentales, lo que nos da el combustible cada día, y limitar las posibles ideas de negocio a aquellas que no entren en conflicto con ellos. De lo contrario, montar nuestro negocio nos demandará mucho esfuerzo. Por ejemplo, si nuestro valor principal es la familia, procuremos no elegir una idea de negocio que nos obligue a viajar y pasar tiempo lejos de ella.
  • Apoyarse en sus propias fuerzas. Si una persona es muy extrovertida y sociable, se le hará muy fácil montar un negocio en el que tenga que estar en contacto con la gente. Si en cambio es tímida, este tipo de negocio se le hará difícil. Hemos nacido con unos talentos muy definidos, pero nos han enseñado a focalizarnos en superar nuestras debilidades con esfuerzo… Sin embargo, no habrá nada que nos cueste menos y que nos dé más placer que desarrollar nuestros propios talentos a su máximo potencial; Einstein decía que todo el mundo es un genio, pero si obligas a un pez a trepar árboles, pasará toda su vida creyendo que es un estúpido.
  • Identificar las pasiones, ya que si alguna de ellas es monetizable, será un excelente motor para poner en marcha el negocio sin un esfuerzo percibido. Sin embargo muchos autores advierten sobre el peligro de creer inocentemente que seguir la pasión es la formula mágica que traerá por sí sola el dinero. Si ésta no está en consonancia con una necesidad concreta e identificada del mercado, no habrá modelo de negocio posible. El segundo peligro es que el hecho de tener que monetizarla haga que se pierda el disfrute que se tiene con ella. Entonces,  ¿Hay que seguir las pasiones? Puede que sí, puede que no.
  • Identificar las competencias, habilidades y conocimientos ya adquiridos. Trabajar en un mercado que se conoce y utilizando unas habilidades que ya se tienen requiere muchísimo menos esfuerzo y reduce considerablemente el riesgo en comparación a tener que aprender todo de cero.
  • ENCONTRAR UNA DEMANDA DE MERCADO: Y esta viene en mayúsculas porque es la más importante de todas. No hay mayor esfuerzo que el de tener que desarrollar una demanda que no existe. Está claro que quien desarrolle un mercado que no existe se llevará la mayor parte de la torta, pero el esfuerzo para hacerlo es generalmente titánico. Y si el objetivo de crear un negocio no es salir en la portada de Forbes, ni crear una empresa que salga a cotizar en bolsa ni facturar millones de dólares, sino disfrutar de la vida pudiéndola financiar holgadamente, puedes dejar la hazaña de desarrollar un mercado para los héroes.
  • Analizar los procesos del negocio para reducirlos constantemente, eliminarlos, y/o automatizarlos, liberando así tiempo para disfrutar

Mejorar la calidad de vida a través de un emprendimiento es posible, pero siempre hay que tener presente que este objetivo debe estar dentro del plan, y que aun así, se trata de emprender, y eso requiere un esfuerzo inicial que nos obligará a salir de nuestra zona de confort.

Fuente: Emprendedoresnews.com

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